Tv Azteca (México) produce la serie dramática CADA QUIEN SU SANTO, historias que se entrelazan con la devoción a un santo en particular (en Perú se pasan por ATV). Todos los unitarios tiene el mismo tinte: el santo es un espíritu bendito al que se pueden pedir favores, un hacedor de milagros; la trama es básica, simplona y predecible. A lo sumo, alguna mención a detalles mínimos (insignificantes) de la vida del santo como para matizar la cosa; desde luego, no hay tiempo para la presentar su ejemplaridad, el modo de actualizar esa santidad en el mundo de hoy. El santo como semidios, un demiurgo, un taumaturgo celeste.
Supongo que es difícil esperar otra cosa de la tv comercial, menos en países como Mexico y Perú donde el culto a los santos llega a veces, a un cuasi politeísmo. Pero luego dirán que sus producciones son "católicas" (jaja).
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